¡ Bienvenid@s !

El objetivo de este blog es facilitar información sobre temas de psicología y aclarar vuestras dudas sobre ellos. Ante vuestros comentarios y preguntas os daré mi opinión y consejo profesional, pero éstos nunca podrán sustituir a la consulta cara a cara que es donde deben hacerse un diagnóstico y tratamiento.

jueves

AUTOESTIMA

En primer lugar daré una definición fácil de entender de dos conceptos muy relacionados: autoconcepto y autoestima.

¿Qué es el autoconcepto?

El autoconcepto es la percepción que cada uno tiene de sí mismo como individuo caracterizado por una serie de experiencias, pensamientos, emociones, competencias, afectos, intereses, proyectos personales, etc., y cuya integración nos permite lograr conciencia de nosotros mismos como únicos, peculiares, diferentes a los demás y a todo lo que nos rodea. En resumen, el autoconcepto es la suma de creencias de un individuo sobre sus cualidades personales. Lo que una persona sabe de sí misma y lo que cree que sabe.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es la dimensión valorativa del autoconcepto. Es decir, es cómo nos sentimos con nosotros mismos, con nuestro autoconcepto. Diría que la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por uno mismo, y refleja el juicio que uno hace de su habilidad para enfrentarse a los retos de la vida y de su derecho a ser feliz.

Aclarados estos dos conceptos, paso a exponer también de manera sencilla cual es el perfil evolutivo de la autoestima.


Perfil evolutivo general de la autoestima

- En la infancia, se suele mostrar una alta autoestima que, posteriormente, desciende al inicio de la etapa escolar. ¿A qué se debe este descenso? sobre todo a que el niño abandona el contexto protegido que le brinda la familia y tiene que hacer frente a otras realidades que, de alguna manera, le muestra una visión menos ilusoria sobre sí mismo. Creo que es algo evidente que vemos en nuestras casas, cuando tenemos un hijo o hija, un sobrino o sobrina... continuamente estamos diciéndole que es el más guapo, el más inteligente, el más simpático, etc., cuando el niño o la niña llega a la escuela comprueba que hay más niños y niñas guapos, inteligentes, simpáticos, etc., ya no es el único.

- Al pasar a la adolescencia, se produce otro cambio en dirección negativa de la autoestima, debido a los cambios biológicos y sociales que acompañan a este período. En esta etapa, la presión social y la asimiliación de normas y roles sociales es más fuerte e incide de manera diferencial en el establecimiento de patrones diferenciales de conducta en función del género. Hay que puntualizar que este patrón no se da en todos los chicos y chicas de esta edad, pudiendo algunos mantener su autoestima o incluso aumentarla.

- En la edad adulta, existe una pauta general de incremento en la autoestima. Mientras que en etapas posteriores se producirá de nuevo un descenso por los cambios que se producen en torno a la jubilación, pérdidas personales afectivas, disminución de habilidades y competencias, etc.

Dimensiones de la Autoestima

- Dimensión física: de sentirse atractivo, gustarse a sí mismo físicamente.
- Dimensión afectiva: como percibimos nuestras características de personalidad.
- Dimensión social: sentimiento de sentirse aceptado y pertenecer a un grupo.
- Dimensión académica: Enfrentar con éxito los estudios, carreras y la autovaloración de las capacidades intelectuales.
- Dimensión ética: autorealización de los valores y las normas.

Alta Autoestima y Baja Autoestima

De forma muy resumida se puede decir que:

Tener una alta autoestima es sentirse apto para la vida, ser capaz y valioso: desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para vivir y merecedor de la felicidad, y así afrontar la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, todo esto nos ayudará a alcanzar las metas que nos propongamos y experimentar la plenitud.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima: mejor preparados estaremos para afrontar las adversidades; más posibilidades tendremos de ser creativos en el trabajo y de conseguir el éxito profesional; seremos más ambiciosos en lo que esperamos experimentar en la vida en el plano tanto emocional, como creativo y espiritual; más posibilidades tendremos de entablar relaciones que nos sean enriquecedoras; experimentaremos más alegría por el hecho de ser uno mismo.

Tener una baja autoestima es sentirse poco apto, inútil, para la vida.
Las personas con baja autoestima: desvirtúan todo cuanto se presenta ante ellas, aumentando los errores y haciendo que los logros sean menos importantes; no se creen merecedoras de halagos, reconocimientos y/o cumplidos, por lo que niegan cualquier tipo de refuerzo positivo ya que no se corresponden con su baja autoestima; suelen aceptar las críticas negativas, la monestación como resultado lógico de su poca valía personal;  en ocasiones no rechazan estos halagos, sino todo lo contratio, los necesitan para poder reafirmarse; intentan convencer a los demás que el concepto negativo que tienen de ellos mismos se corresponde con la realidad.
Esta falta de confianza en sus propias posibilidades es consecuencia de sus experiencias o porque así se lo han hecho sentir las personas significativas que le rodean. Los mensajes que recibimos desde pequeño van conformando nuestra idea de lo que los demás piensan que soy, quien soy y lo que yo creo que soy. La baja auotiestima se relaciona también con la vivencia del tiempo, estas personas suelen desarrollar un falso self que lo protege de manera ilusoria de la confusión y desorientación que le provoca la vergüenza internalizada. Al sentirse incapaz y desvalorizado empieza a encubrir lo que verdaderamente siente como estrategia.

¿Cómo mejorar la autoestima?

Las personas pueden presentar diferentes grados de autoestima en las diferentes dimensiones que se han expuesto anteriormente. Es decir, una persona puede tener una alta autoestima en la dimensión académica, presentar una baja autoestima en la dimensión social y una autoestima ni baja ni alta, que podríamos llamar media o intermedia, en la dimensión afectiva. Pero también una persona puede presentar baja autoestimaautoestima más baja.

Considero que para mejorar la autoestima tenemos que comenzar  por aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos, pero la autoaceptación NO significa "no cambiar", "no mejorar" o "no evolucionar". Parémonos a pensar y analizar de una manera realista y objetiva que rasgos o características de nosotros mismos queremos mejorar o cambiar. Evidentemente, encontraremos características que son poco o nada modificables, por ejemplo, en la dimensión física, si mido 1,60 cm y me gustaría medir 1,80 cm tendré que ser realista y aprender a vivir con lo que mido sabiendo que puede ser un impedimento si quiero se modelo de pasarela, pero no para realizar muchas más actividades. Tendremos otras características que podrán ser mejoradas y otras que podremos cambiar de manera más radical. Pero todos estos cambios necesitan de un esfuerzo y una constancia, a menudo las personas hablan de todo lo que no les gusta de ellos mismos, diciendo lo poco que se quieren o se valoran, sin hacer nada por cambiarlo.

La buena autoestima exige también coherencia, lo que implica que el sí-mismo interior y el sí-mismo que ven los demás deben concordar, coincidir. Si intentamos falsear la realidad sobre nosotros engañamos a los demás, pero también a nosotros mismos. Si falseamos nuestra realidad es porque consideramos inaceptable lo que soy, porque valoramos la idea del otro como superior a la nuestra; de esta manera lo que conseguimos es atormentarnos aún más por ser un impostor y nos condenamos a la angustia de ser descubiertos.

Debemos vivir de manera auténtica, siendo sinceros con nosotros mismos y con los demás, pero esto no significa que tengamos que practicar una sinceridad compulsiva anunciando cada pensamiento o sentimiento sin tener en cuenta el contexto o su relevancia y confesar verdades de manera indiscriminada.

Algunas cosas que podemos hacer para mejorar nuestra Autoestima


1. Convertir lo negativo en positivo: el pensamiento positivo protegerá nuestra autoestima y la mejorará. Podemos cambiar algunos pensamientos negativos por otros alternativos:

          "¡No valgo para nada!"          "Si me lo propongo tengo éxito"
          "¡Si hablo meto la pata!"       "Tengo cosas importantes que decir"

2. No generalizar: podemos haber fallado en algún momento y en ciertos aspectos, pero esto no quiere decir que fallemos en todo.

3. Centrarnos en lo positivo: observar siempre las características buenas que tenemos. Cada uno de nosotros tenemos cosas buenas de las cuales sentirnos orgullosos: ¡debemos apreciarlas!.

4. Hacernos conscientes de los logros o éxitos: no fijarnos siempre y exclusivamente en nuestros fracasos o en las situaciones en las que no hemos conseguido todo lo que pretendíamos. Debemos pararnos a disfrutar de nuestros éxitos.

5. No compararse: nadie es igual a nadie. Todas las personas tenemos cualidades positivas, menos positivas y algunas negativas. Aunque nos veamos peores que otros en algunas cuestiones, seguro que somos mejores en otras.

6. Confiar en nosotros mismos: actuar siempre de acuerdo a lo que pensamos, sin preocuparnos excesivamente por la aprobación de los demás.

7. Aceptarnos a nosotros mismos: con nuestras cualidades y nuestros defectos somos personas importantes y valiosas.

8. Esforzarnos por mejorar: en los aspectos con los que no estamos especialmente satisfechos debemos esforzarnos por cambiar o mejorarlos en la medida de lo posible. Como ya se ha dicho, tenemos que identificar que es lo que nos gustaría cambiar y dónde nos gustaría llegar, para después establecer unas metas a conseguir y esforzarnos por llevar a cabo esos cambios.

En resumen, si consideras que tienes baja autoestima dedícate el tiempo que sea necesario para analizar tu situación de manera realista y objetiva y mejorarla haciendo un proyecto de superación personal que sea claro y concreto, estableciendo tareas que se deban realizar para lograrlo, organizando las tareas en el orden en que se deben llevar a cabo y ponerlas en marcha para finalmente evaluar los logros que vayas consiguiendo.

Recuerda que lamentarse normalmente no sirve de nada, actuar sí que puede llevarte a conseguir tus objetivos y aumentar tu autoestima, pero esto requiere esfuerzo y compromiso contigo mismo.


     




No hay comentarios:

Publicar un comentario